Nuestro Sistema Sutil

Ese maravilloso mecanismo divino dentro de nosotros

El ascenso de la energía Kundalini

Ascenso de la Kundalini

Nuestro cuerpo sutil y los centros de energía

Dentro de cada ser humano hay una red de nervios y órganos sensitivos que interpretan el mundo físico exterior. Al mismo tiempo, dentro de nosotros existe un sistema de naturaleza energética o sutil compuesto por canales y centros de energía (conocidos como nadis y chakras en sánscrito) que cuidan y nutren nuestro ser físico, intelectual, emocional y espiritual.

En la raíz de este sistema se encuentra un poder creativo, protector y nutritivo que es una energía maternal latente llamada Kundalini. Cuando este poder se despierta dentro de nosotros, sube espontáneamente a través de la columna vertebral, pasa por cada uno de los chakras y se manifiesta sobre el área del hueso fontanela en la parte superior de la cabeza. Este proceso se conoce como Realización del Ser. Esta energía, a su vez, puede ser percibida realmente en la parte superior de la cabeza y en las palmas de las manos.

Asimismo, cada uno de los centros de energía en el sistema sutil tiene varias cualidades no sólo físicas, sino también espirituales. Cuando la energía Kundalini es despertada, asciende por la columna vertebral corrigiendo las obstrucciones de los chakras y nos libera de diversos problemas emocionales, mentales e incluso físicos, dándonos un equilibrio real con nosotros mismos y con nuestro entorno.

El sistema sutil en el ser humano.

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El Sistema Sutil

Nuestro sistema sutil es una red de centros y canales de energía a través de los cuales puede fluir la energía Kundalini. Con la ayuda de la meditación, puedes descubrir el funcionamiento de este sistema dentro de ti mismo.

En la estructura de este cuerpo o sistema sutil podemos encontrar tres canales y siete centros de energía. Los canales son conocidos como Ida Nadi (canal izquierdo), Pingala Nadi (canal derecho) y Shushumna Nadi (canal central). Nadi, en sánscrito significa río o canal.

- Canal izquierdo (Ida Nadi).
El Ida Nadi es el lado izquierdo, el canal de la Luna. Nos da el poder de las emociones en su estado puro, proporcionando las cualidades de gozo, amor puro, compasión y habilidades artísticas. Este lado es el más femenino de hombres y mujeres. Algunos de los problemas que dañan el canal izquierdo son el apego emocional, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa o el letargo.

- Canal derecho (Pingala Nadi).
El Pingala Nadi es el lado derecho, el canal del Sol. Da poder a nuestra mente racional, que nos permite aprender y obtener la fuerza necesaria para superar los problemas mediante el esfuerzo. Es el lado más masculino de los hombres y mujeres. Algunos de los problemas que dañan el canal derecho son el comportamiento egoísta o violento, la arrogancia y el orgullo.

- Canal central (Shushumna Nadi).
El Shushumna Nadi, el canal central, es el equilibrio de los otros dos canales. La meditación diaria de Sahaja Yoga nos conduce a un estado de equilibrio en el que la atención deja de pasar de un canal al otro, de la tristeza a la euforia, de la hiperactividad al letargo, y permanece siempre en el balance central, permitiendo así, nuestra evolución.

Los siete chakras

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La energía vital en el ser humano

Un chakra es un centro de energía que normalmente no puede ser percibido de la misma forma que los órganos del cuerpo, aunque en realidad, controla el óptimo funcionamiento de éstos.

Es muy importante para nuestro bienestar un correcto entendimiento de lo que puede afectar a cada chakra, ya que cada pensamiento y acción influye en la sensibilidad y funcionamiento de estos centros.

Inmediatamente después de la Realización, los chakras se activan y comienza un proceso de limpieza y equilibrio dentro de nosotros; y así, la integración de nuestro ser comienza a manifestarse en nuestra personalidad.

Nuestro sistema sutil tiene siete chakras principales, que se corresponden con plexos nerviosos del sistema nervioso autónomo, y que nos dan cualidades como la seguridad, la compasión, la sabiduría y la creatividad. En orden ascendente, los siete chacras son los siguientes:

  1. Mooladhara (inocencia). El primer chakra está situado debajo del hueso sacro, en el cual reside la Kundalini. Su aspecto principal es la inocencia, que es la cualidad que nos permite experimentar el gozo puro, sin las limitaciones de los prejuicios y los condicionamientos. La inocencia nos da dignidad, equilibrio y un fuerte sentido de lo correcto. Otorga una sabiduría intuitiva que, por ejemplo, está siempre presente en los niños, pero que poco a poco perdemos, inmersos en las condiciones de la vida moderna. Esta cualidad existe en todos nosotros, y sólo está esperando el despertar de la Kundalini para manifestarse nuevamente en toda su belleza y pureza.
  2. Swadhistan (creatividad). El segundo chakra es el de la creatividad, la atención  y el conocimiento puro. Es el que nos conecta con la fuente interna de inspiración y nos permite apreciar la belleza que nos rodea. El conocimiento puro que este chakra nos otorga no es mental, sino una percepción directa de la realidad. En este centro se encuentra nuestra capacidad de concentración y de atención. En el plano físico, cuida de la parte inferior del hígado, de los riñones y de la parte baja del abdomen.
  3. Nabhi (paz y generosidad). El tercer chakra es el que nos da la cualidad de la generosidad y el sentido completo de satisfacción y felicidad. Cuando la Kundalini ilumina este centro, proporciona rectitud y un sentido interno de moralidad, dándonos el equilibrio en las diferentes facetas de nuestra vida. Por su parte, rodeando al segundo y al tercer chacras, se encuentra el Vacío, que establece el principio de la maestría en nosotros. De esta manera, en Sahaja Yoga nos convertimos en nuestro propio maestro(a), en nuestro propio guía espiritual, con la capacidad de sentir nuestros problemas sutiles en las manos, y de solucionarlos usando nuestro propio discernimiento.
  4. Anahata (amor y seguridad). El cuarto centro de energía, el chakra del corazón, es el lugar donde reside el Espíritu, nuestro verdadero ser. Desde el corazón se manifiestan el amor y la compasión. Este chacra nos proporciona el sentido de la responsabilidad. En su parte central, a la altura del esternón, se manifiesta como completa seguridad y confianza en uno mismo. Todos nuestros miedos y temores se disipan cuando la Kundalini atraviesa el chakra del corazón.
  5. Vishuddhi (comunicación). El quinto chakra desarrolla la diplomacia. Este centro aporta la energía que se necesita para comunicarnos con los demás. Su buen estado repercute en que nuestras relaciones personales y sociales sean correctas y en que podamos expresarnos sin temor y con dignidad. Este chakra se obstruye con los sentimientos de culpa y cuando culpabilizamos a otros con nuestra arrogancia, es decir, cuando se falta a la dignidad propia o ajena.
  6. Agnya (perdón). El sexto chakra se encarga del perdón y la compasión, y nos permite trascender un estado mental de pensamientos continuos, hacia una conciencia sin pensamientos (en sánscrito Nirvichara). Cuando este chakra se equilibra, entendemos el verdadero significado del perdón, al igual que nos hacemos conscientes del daño que nos hace el odio y el rencor. Estos últimos son incompatibles con la naturaleza del espíritu.
  7. Sahasrara (integración). El séptimo centro integra los seis anteriores con todas sus cualidades y aspectos. Representa el último escalón en la evolución de la conciencia humana. La humanidad en su colectividad se encuentra ante la posibilidad de despertar este chakra de forma multitudinaria. El Sahasrara nos da la percepción directa de la realidad, conseguida mediante la realización del ser, a través de la meditación y el  despertar espontáneo de la Kundalini en Sahaja Yoga.

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